




Un momento de inflexión en la historia que muchos esperaban desde hacía ya mucho tiempo. El 15M reparte conciencia, nace de los problemas sociales de un sistema que poco a poco nos ha ido dejando al margen. De un sistema capitalista en el que dinero solo flota a la altura del rico, y ahoga al resto. El 15M es revolución, es un acontecimiento continuo.
Todas y todos caminan tras el mismo lema: “no somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. Es un lema que pone freno a las decisiones que se toman desde la política, marioneta en manos del sistema financiero. No nos representan.
Somos ciudadanas y ciudadanos, somos la espina dorsal del planeta y las ruedas del mismo. Hemos demostrado que si nos unimos y levantamos las manos al mismo tiempo, podemos conseguir una oleada de cambio. Podemos callar la voz de la manipulación, de la corrupción. Podemos ahuyentar el odio, la codicia de quien se atreve a robar los sueños y los logros que alguien consiguió a base de mucho esfuerzo en un pasado no muy lejano. Nuestro reto es darle la vuelta a la tortilla, que los peces pequeños formen uno inmenso. Nuestro reto es unirnos y no callar jamás. Nuestro reto es creernos que estamos a tiempo. A tiempo de hacer de cada voz una conciencia más de cambio.
Texto: Ángela Gómez de Ávila.